Querida Tamy:

Hoy que celebras tus XV años, doy gracias a Dios por tu vida y por permitirme ser parte de este momento tan especial. Es un honor para mí acompañarte como madrina de velación, guiándote con cariño, fe y confianza en este nuevo camino hacia tu juventud.

Que nunca te falte el amor, la alegría, ni la luz para tomar decisiones sabias. Siempre estoy aquí para ti, con los brazos abiertos y el corazón lleno de bendiciones.

Te amo y siempre contarás conmigo.

Hoy es un día muy especial para mí, y no quiero dejar pasar la oportunidad de agradecerles por acompañarme en este momento tan significativo.

Cumplir XV años es más que una fiesta, es el inicio de una nueva etapa llena de sueños, aprendizajes y crecimiento. Me siento muy bendecida por tener a personas tan maravillosas a mi lado, que me han guiado, cuidado y querido desde siempre.

Gracias a mis papás por su amor incondicional, por cada esfuerzo y por enseñarme con su ejemplo. A mis padrinos, gracias por su cariño y por estar conmigo en este día tan bonito. Y a todos los que hoy me acompañan, gracias por hacerme sentir tan especial.

Llevo en el corazón cada sonrisa, cada palabra y cada abrazo.